Después de comer volvimos por aquella carretera con tantas curvas cuando escuché como una moto se acercaba. Eran dos motos. Una de ellas nos adelantó cuando venía un camión de frente. La otra se quedó detrás sin adelantar. Curiosamente tanta prisa tenía por adelantar para luego quedarse delante. La velocidad máxima era 90km/h y la moto empezó a frenar hasta quedarse a 60km/h. Se sentó de lado sobre la moto y llevándola con una sola mano no dejaba de mirar hacia atrás. Esto le duró hasta que su compañero tuvo la oportunidad de adelantar y se pusieron los dos en paralelo a hablar mientras yo seguía detrás conduciendo con cuidado de no alcanzarles. De pronto aceleraron y a los pocos metros pude divisar una rotonda. Ambos frenaron y se detuvieron a la derecha en medio de la rotonda(mal hecho por su parte).
Es por conductores como estos por lo que los motoristas tenemos tan mala fama de ser malos conductores.
Espero que no os sintáis identificados con estos motoristas porque esa no es la forma de disfrutar de una pasión.
Un saludo y hasta la próxima.
